VIOLENCIA INSTITUCIONAL Y PERSONALISMOS
POLITICOS HACEN QUE LA REPUBLICA SE DEBILITE CONSTITUCIONALMENTE ... FEMICIDIOS, ASESINATOS E INDIGENCIA
Programa Sin Fronteras 20 de febrero de 2023
Los crímenes más atroces de Neuquén fueron de mujeres
La mayoría de los femicidios generó un gran impacto social. Especialistas e investigadores coinciden en el nivel creciente de violencia y la frecuencia de estos asesinatos tan siniestros.
Los femicidios de Norma y Luz, madre e hija, en la toma Los Hornitos, dejó a la vista que los crímenes de mujeres no cesan pese a las políticas implementadas, un abordaje multisectorial que nunca termina de materializarse y que tiene reacciones espasmódicas con cada nuevo homicidio.
Lo que llama la atención en el caso de Los Hornitos es la saña desplegada sobre los cuerpos y lo macabro del accionar del asesino, que pese a su alcoholismo tenía clara consciencia criminal aunque mucho más escasa forense.
Hace años que investigo los crímenes de la provincia, tarea para la cual tuve que recurrir al estudio de distintas herramientas como la criminalística, la criminología y la perfilación criminal. Eso me ha permitido estar en contacto permanente con fuentes especializadas en la materia, con las cuales intercambiamos puntos de vista y hasta, rara vez, nos sorprendemos ante los hechos.
Justamente, el dato que alarma a los especialistas e investigadores neuquinos es que cada vez son más frecuentes estos crímenes. “De 2017 para acá, hemos tenido hechos de esta magnitud todos los años, menos durante el 2020, que fue el año más duro de la pandemia, y el año pasado”, explicó el fiscal jefe Agustín García, que carga con un denso historial de crímenes atroces y que logró que sean condenados todos los femicidas que llegaron a juicio en su jurisdicción.
Multiplicidad de factores
De la selección de crímenes macabros que realizamos, ayudados por especialistas de distintas disciplinas en Neuquén (nueve casos con 12 víctimas), se pueden observar la mecánica y un trasfondo que estremece.
Hasta 2017 solo hubo tres hechos con cuatro víctimas. Alejandra Zarza abre la lista en 2002, siguen las hermanas Buamscha en 2005 y cierra en 2008 Lucrecia Lescano.
De 2017 en adelante, los femicidios macabros vuelven a cobrar vigencia de la mano de Laura Painefilu en San Martín de los Andes y Fernanda Pereyra en Rincón de los Sauces.
En 2018 ocurrió el doble femicidio de Karina y Valentina en Las Ovejas. En 2019, en Plottier, descuartizaron a Cielo López. En 2021 asesinaron y quemaron a Agostina Gisfman, y este año arrancó con el doble femicidio de Norma y Luz, uno de los más aberrantes de la historia criminal neuquina.
Puñal tras puñal
En la mayoría de los hechos, los femicidios fueron mediante la utilización de arma blanca. ¿Pero qué observan los especialistas al respecto?
“No sorprende porque el cuchillo es lo habitual, porque es lo que hay en toda casa. Después, el uso y la cantidad de puñaladas habla de la personalidad. Lo macabro viene con el descarte del cuerpo, el descuartizamiento y la incineración”, confió un experto que ha visto más de cientos de víctimas.
Es cierto que la cantidad de puñaladas para matar habla de la personalidad del autor y así lo explicó otro especialista en diálogo con LMN.
“Las múltiples puñaladas hablan del frenesí del odio, pero también de la torpeza de desconocer cuáles son las zonas vitales del cuerpo y del enceguecimiento producto del desborde de la conducta”, sostuvo.
No obstante, las fuentes consultadas hablan de la utilización del cuchillo como un arma de proximidad y uso cotidiano, por eso está presente en la mayoría de los crímenes en general.
A los fines criminales, calificaron al cuchillo como “un arma sucia”, ya que su utilización provoca un enchastre en la escena y por eso es altísimo el porcentaje de posibilidad de que el autor deje rastros, tal como se plantea en el principio de intercambio de Locard.
La mayoría de los femicidas cuentan con todos los factores de riesgo criminógeno: violento, impulsivo, propenso al aburrimiento, baja tolerancia a la frustración, falta de compromiso, comportamiento antisocial, consumos varios y peligrosos, y una escasa inteligencia.
Ahora sí, repasamos la mecánica criminal de cada uno de los casos que obligan a repensar el fenómeno socialmente.
Alejandra Zarza
El 19 de febrero de 2002, Nicolás Rinaldi (25) pasó a buscar a Alejandra Zarza (25) por la esquina del ADOS, sobre Avenida Argentina. Ella estaba embarazada de ocho meses, pero él, como estaba en pareja con otra joven y tenía un hijo, solo quería que ella abortara.
Ante la negativa de Zarza, el padre de Rinaldi trazó un oscuro plan para matarla y que pareciera un suicidio. La carnada para que Alejandra picara era Nicolás, por eso pactó el encuentro.
Desde esa noche no se supo más nada de Alejandra. Una semana después, el 26 de febrero, de casualidad una persona encontró el cuerpo en una laguna en medio de una cantera en el acceso a Balsa Las Perlas, ubicada a 500 metros del río Limay.
Zarza flotaba boca abajo a metros de la orilla de la laguna. Su cabeza estaba calva y una de sus piernas, desaparecida por la acción de los animales. El cuerpo presentaba un avanzado estado de putrefacción.
Dos autopsias le realizaron y, finalmente, se determinó que sufrió una patada en la zona lumbar derecha y ese golpe fue el que desencadenó el parto. Como había sangre en las venas de la ingle, los forenses establecieron que estuvo con las piernas flexionadas en posición de parto.
El feto estaba en posición podálica, que es cuando la cabeza del niño se traba y no se puede sacar como en un parto normal sino que hay que hacer cesárea.
Pero en ese lugar, que se cree que fue en Balsa Las Perlas, no había tiempo para nada. Por lo que los salvajes que atacaron a Zarza, acompañados por Nicolás Rinaldi, comenzaron a sacar a la criatura a tirones.
“Esto provocó que el útero se diera vuelta como un guante y la vaciaran por dentro. El niño no salió vivo, sino destrozado”, reveló un especialista.
La mecánica de la muerte de Zarza fue por asfixia. Lo que suponen los expertos que trabajaron en el caso es que los gritos de dolor de Alejandra motivaron a los autores a taparle la boca con tal intensidad que terminaron asfixiándola. Pero a esa altura, estiman que por el dolor ya habría quedado en estado de inconciencia.
El feto nunca fue encontrado, los expertos entienden que se lo comieron los animales de la zona.
Las hermanas Buamscha
El 21 de marzo de 2005,en Junín de los Andes, Luis Aboy, ex empleado de las hermanas Teresa (71) y Olga Buamscha (73), dueñas de la panadería La Moderna, ingresó a la vivienda de las mujeres y las asesinó.
Aboy y su esposa vivieron mucho tiempo en un departamento que les habían prestado las Buamscha y que estaba en el mismo predio, por lo que conocían todo el lugar al detalle.
Los investigadores estimaron que se trató de una pareja criminal y que uno de ellos tenía una capucha. Ingresaron primero a la habitación de Teresa, a la que le pidieron “la plata”. Fue un ataque sádico. Le practicaron cortes en distintas partes del cuerpo y el más profundo fue en la arteria aorta, lo que le provocaría la muerte casi una hora después.
Luego, salieron de la habitación y en el pasillo se encontraron con Olga, que iba en auxilio de su hermana. Uno de ellos le sacó el bastón y la golpeó con tal fuerza que se lo partió en la cabeza. Cuando la mujer quedó de rodillas en el suelo, con un cuchillo le realizó dos cortes profundos en el cuello que le provocaron la muerte inmediata. Los forenses determinaron que se trató de un degollamiento. Acá también había un odio particular para con Olga, que era la jefa.
Lucrecia Lescano
El 27 de junio de 2008, Lucrecia Lescano (30) salió de trabajar de Capriolo y Miguel Salinas, su ex, la pasó a buscar.
Ambos eran oriundos de Tucumán y habían venido a Neuquén a probar suerte. La violencia constante de Salinas llevó a que Lucrecia tomara la determinación de separarse para ponerse a resguardo junto a sus hijos.
Para subsistir, además de ser cajera de Capriolo, Lucrecia trabajó en un prostíbulo donde el perverso de Salinas solía pagar para estar con ella.
Esa situación, al parecer, lo excitaba y Lucrecia lo soportaba con tal de que no la acosara en su vida cotidiana, pero temía que la matara y se lo dijo a una amiga.
Desde el 27 de junio de 2008 no se supo nada de Lucrecia hasta el 16 de julio cuando, de casualidad, un lugareño la encontró semienterrada a unos 100 metros de la de la Ruta 237 entre los kilómetros 1284 y 1285, en la zona denominada La Zorra, en inmediaciones de Villa El Chocón.
La autopsia develó la mecánica de muerte. La joven sufrió un golpe en el rostro que no esperaba, por lo que se intuye que estaba con alguien que conocía o en quien confiaba. El golpe la noqueó y quedó en estado de inconciencia e indefensión.
En este punto surgieron dos hipótesis. Una fue la del médico forense, que advertía que Lucrecia estaba de costado en una cama o en el suelo y la persona que la iba a degollar comenzó haciendo leves cortes, hasta que fue agarrando confianza y enojo suficiente para que los cortes fueran profundos y letales, provocando una hemorragia masiva que desencadenó la muerte.
La data de muerte se estimó que era del mismo día de la desaparición, como mucho 48 horas después.
Por su parte, los peritos de la Policía coincidieron en la brutalidad del golpe en el rostro que la dejó indefensa, pero aseguraron que la joven estaba sentada al momento del ataque a puñaladas en el cuello. En total, fueron once puñaladas hasta que la degolló.
Salinas estuvo 14 años prófugo hasta que el año pasado fue detenido en el norte del país y condenado a prisión perpetua.
Laura Painefilu
El 11 de junio de 2017, en San Martín de los Andes, Laura Painefilu (33) y Esteban Antileo (36) se encontraron en un boliche. Estaban separados desde mayo cuando ella denunció que la había agredido verbalmente y amenazado con un cuchillo.
Esa noche, Laura había dejado a sus tres hijos con su abuela y volvió con Antileo a la casa de ella en el barrio Vega Maipú.
El hombre insistió en retomar la relación que tenían de 17 años, pero ella se negó. Ante la negativa, le asestó 24 puñaladas en la cama con un cuchillo de carnicero con una hoja de 25 centímetros. Producto del brutal ataque, le desprendió la dentadura. Luego, se dio una ducha y se acostó a dormir a su lado.
Cuando despertó, habían pasado 12 horas, por lo que se presentó en la delegación policial Cordones de Chapelco y quedó detenido.
Fernanda Pereyra
El 20 de julio 2017, Fernanda Pereyra (26) tenía planes para pasar el Día del Amigo con unas amigas en Rincón de los Sauces. Estaba embarazada de siete meses y acababa de regresar a la localidad petrolera tras una estadía en Mendoza.
Según trascendió en el juicio, Fernanda estaba vinculada a una banda narco, tenía problemas de adicción, por lo que era utilizada como mula y, según se cree, se habría quedado con un vuelto.
Esa noche, los acusados llamaron por teléfono a Fernanda, la interceptaron en la esquina de San Martín y Chubut, de Rincón, y la subieron a una Renault Kangoo de color gris. Luego, la asesinaron de cinco a seis puñaladas en la espalda cuando iban camino al lugar donde posteriormente sería hallada.
Al llegar al kilómetro 6 de la Ruta Provincial 6, la colocaron en el centro de una hoguera construida con leña de álamo, palets y cubiertas. Previamente, la rociaron con combustible. La incineraron con el objeto de borrar todas las evidencias.
Se necesitaron dos autopsias para confirmar la identidad de la joven. Los asesinos fueron condenados.
Karina y Valentina
La historia arranca mucho más atrás con una denuncia por abuso y el temor que manifestó Karina Apablaza de que su ex, Lorenzo Muñoz, la matara. Ni la Policía de Las Ovejas ni la Justicia de Chos Malal tuvieron la más mínima perspectiva de género en sus acciones y decisiones.
El jueves 22 de febrero de 2018, Muñoz fue notificado de una audiencia que tenía al día siguiente, en la que iba a ser detenido. El criancero se indignó a tal punto que salió al cruce de Karina y Valentina, que iban por la subida que conduce al barrio Pampa. Allí, Muñoz se les apareció en forma artera y las atacó. Primero, tomó del pelo y por la espalda a la nena de 9 años y la degolló, delante de los ojos de su madre. Luego, arremetió contra Karina y la asesinó a puñaladas.
Muñoz huyó en dirección al bosque de Corfone y, en una patética búsqueda policial, que se extendió por 23 días en medio de la precordillera, terminaron encontrando de casualidad al doble femicida ahorcado a unos 200 metros de donde había concretado los crímenes. Se mató en las primeras horas del 23 de febrero. Este fue el segundo doble femicidio de Neuquén y conmocionó a toda la provincia.
Cielo López
El 13 de septiembre de 2019, Cielo López (19) salió de su casa a las 19 en dirección al CPEM 8 en Plottier. Minutos antes de las 20, se retiró del colegio y volvió a su casa, donde se juntó con un amigo con el que estuvo hasta las 3 de la madrugada del viernes.
Alfredo Escobar (32) le mandó un mensaje y quedaron de acuerdo en que la pasaba a buscar y fueron a la casa de él.
A las 4 de la madrugada del 14 de septiembre, Cielo subió un emoji de un extraterrestre a sus historias de Instagram. Ese es el último rastro que dejó en vida la joven en sus redes sociales.
Escobar quiso mantener relaciones sexuales con ella, Cielo se negó y él la violó, posteriormente la golpeó con un objeto contundente en la cabeza y, según los forenses, su sobrevida fue de unos minutos. Estiman que murió antes de las 5:52 que fue cuando se apagó su celular.
En el fondo de su casa, Escobar descuartizó a Cielo y tuvo el cuerpo unas 36 horas en su poder hasta que lo guardó en bolsas de consorcio que cargó en un vehículo para descartarlo en la zona de Los Espigones del río Limay en China Muerta.
Unos pescadores observaron los restos el domingo 15 al mediodía y dieron intervención a la Policía. En 72 horas, los investigadores concretaron la detención de Escobar en medio de un candente clima social.
Escobar tiene rasgos de psicópata y está con prisión perpetua.
Agostina Gisfman
La joven cipoleña ejercía la prostitución y tenía problemas de adicciones. El 14 de mayo de 2021 Agostina fue engañada por Gustavo Chianese, quien pactó un encuentro con Juan Carlos Monsalve.
La esposa de Monsalve, Ana María Perales, fue la instigadora del crimen porque vio una foto de Agostina con su esposo en las redes y lo conminó a asesinarla.
La joven fue trasladada en camioneta hasta la zona de la meseta de Centenario, en un sector del basural. Luego, llegaron otros dos hombres.
Las pericias demostraron que a Agostina la asesinaron de dos puñaladas y luego la prendieron fuego. Una sospecha que no pudo ser demostrada por los peritos fue que la joven fue violada previo al crimen.
En la zona pélvica no había restos de la calza derretida por el fuego “porque se la habían bajado”, confió un investigador a este medio. Respecto de evidencia científica del abuso, toda esa zona fue totalmente incinerada, borrando todo tipo de rastros.
Finalmente, en noviembre de 2022, Juan Carlos Monsalve, Claudio Monsalve, Julio Zapata y Ana María Perales fueron condenados a prisión perpetua. Al entregador, Gustavo Chianese, le dieron 13 años de prisión.
Norma y Luz
La madrugada del 12 de febrero de 2023, un recorredor de Pluspetrol encontró en la zona de la meseta de Plottier, en un basural a cielo abierto, un cuerpo sin brazos y sin cabeza.
La investigación se allanó gracias a que la hija de la víctima, que todavía no había sido identificada, fue a la casa en la toma Los Hornitos y el ex de su mamá, Jorge Lagos, no la dejó ingresar.
Temió lo peor, por lo que dio aviso a la Comisaria 18. Lagos escapó, pero se logró detenerlo. Los policías observaron dentro de la vivienda un cuerpo envuelto en una sábana. Era Luz, hermana de la denunciante. La mujer que estaba afuera con los policías mostró fotos y lograron identificar a ambas víctimas, madre e hija, quienes vivían con Lagos. Con el avance de las pericias, se confirmó que Lagos violó a Luz y también se encontraron restos de semen en el cuerpo de Norma. Luego, las mató a puñaladas de manera salvaje. Se estiman unas 50 lesiones por cuerpo. Como Norma pesaba unos 100 kilos, Lagos no se la podía y eso llevó a que la desmembrara, extirpándole los brazos y decapitándola. Después, la trasladó en el baúl del Peugeot 205 de Norma y la descartó en un basural a cielo abierto de la meseta. Lo mismo planeaba hacer con Luz, pero estiman que no la iba a descuartizar porque era menudita y liviana. Lagos fue acusado el miércoles y quedó con prisión preventiva hasta el juicio.














